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La historia del caballo Resucitado


En el antiguo pueblo de Greenwald, la leyenda del mago Rance sigue viva. Vivía en una torre alta en el borde del pueblo, y la fama de su bondad se extendió mucho más allá de los bosques circundantes. Rance curó a humanos y animales, y cuando la gran pestilencia recorrió el Reino, el mago salvó más vidas que todos los curanderos reales combinados.
 
Y también tenía a mara, su amante, su asistente, su luz. Juntos llevaron el bien a este mundo, y parecía que nada podía destruir su felicidad. Pero una noche, los ladrones llegaron a Greenwald.
 
Irrumpieron en el pueblo y exigieron dar todo el oro que tenían los habitantes. Los que se opusieron, los mataron. Una de las víctimas fue mara. Ante los ojos de Rance, uno de los ladrones cortó la garganta de la niña, y el mago se enfureció. Comenzó a tejer hechizos peligrosos que desgarraban la carne de los villanos, cegaban, convertían los huesos en polvo. Pero había demasiados ladrones. Uno de ellos, un arquero acertado, disparó una flecha y perforó el pecho del mago.
 
Rance se arrodilló y sintió que la vida lo abandonaba. Antes de morir, vio un caballo muerto en la carretera, dirigió una corriente de magia hacia él y luego murió.
 
El caballo empezó a cobrar vida. Sus ojos brillaron con una luz carmesí, el humo negro salió de sus pezuñas y un escalofriante relinchón salió de sus fauces. El animal resucitado se levantó y comenzó a matar. Los ladrones huyeron, pero el caballo los alcanzó uno por uno. Los arrancó con los dientes, los pisoteó con pezuñas, dejando solo restos de sangre.
Y cuando el último de los atacantes cayó, el caballo se detuvo. Su creador estaba muerto. Como si al darse cuenta de esto, el caballo gruñó y se fue corriendo.
 
Han pasado años desde entonces. Nadie vio al caballo resucitado. Pero a veces por la noche, los residentes de Greenwald escuchan el sordo pisoteo de los cascos y ven la silueta de un caballo Cuervo con ojos brillantes. Seguro que sigue protegiendo el pueblo.
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