¿Quieres una galleta?

Cada gran historia tiene sus propios héroes silenciosos. Uno de ellos en el cuento de Argón fue el pequeño elfo Toru.
Fue el último guardián de la antigua magia del hielo en esa parte. Sus parientes se fueron hace mucho tiempo a países cálidos, considerando que el oficio de sus antepasados estaba obsoleto. Y ahora vivía solo en una cueva de hielo, vertiendo toda su atención sin gastar en hornear galletas para los invitados que nunca llegaron.
Y entonces, un día, a través del aullido de una ventisca, vio a un enorme perro que estaba luchando contra una manada de Susurradores De nieve sombríos. Los seres de la oscuridad casi lo habían vencido y tenían que hacer algo. Entonces, en el corazón del elfo solitario, por primera vez en muchos años, no estalló el miedo, sino el coraje. ¡No podía permitir que el único invitado en muchos años fuera destrozado ante sus ojos! Al gritar, Toru agitó sus manos y una corriente de magia se escapó de sus dedos. Y luego del aire aparecieron dos halcones brillantes hechos de hielo puro. Ellos cayeron sobre Susurradores, haciéndolos huir.
Corriendo hacia el perro demacrado, el elfo miró a sus ojos inteligentes y le preguntó: "¿necesitas ayuda?"Argón solo se ha mostrado agradecido con la cola, incapaz de pronunciar palabras. Entonces Toru lo llevó a su cueva, bebió té caliente, engordó sus mejores galletas. Y luego empacó y emprendió el viaje más importante de su vida: en busca de un Copo de nieve de Diamantes.
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