Las armas más temibles

Las tropas de Saul aterrorizaban a la gente. Y no se trataba solo de mercones o Sables demoníacos afilados. La principal virtud de Saul era su Armada.
En lugar de instalar cañones en los barcos, el pirata ordenó que se rehicieran para llevarlos a la espalda. Esto permitió disparar contra las personas, ya de pie en su barco.
Además, durante las operaciones en tierra, no fue necesario llevar el barco cerca: los demonios en merkon llegaron a la tierra, ordenaron a los peces que atacaran a las personas con sus afiladas narices, sierras, y dispararon desde posiciones convenientes.
Los humanos intentaron crear algo similar, pero sus endebles espaldas no pudieron soportar el poder de un disparo de cañón.
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