Historia De Sinum

Entre los demonios hay una leyenda sobre el inusual ciervo Sinum, que se distinguía de sus parientes con grandes cuernos extendidos. Algunos piensan que es solo un animal, otros que es un espíritu. En realidad, Sinum es el demonio renacido Train.
 
Era un demonio poderoso, cuyas reliquias podían ser envidiadas por muchos. Al mismo tiempo, Train no era un guerrero, sino un Herrero común: forjaba espadas afiladas y hachas, y en su tiempo libre fabricaba bolas de juguete de diferentes colores para los niños.
 
Train fue amable con todos, incluso con aquellos que intentaron ofenderlo. Él nunca comenzó peleas, y luchó solo para proteger a los que estaban en problemas.
 
Cuando la maldición de las tinieblas y hlade cayó sobre las tierras de los demonios, Train se dirigió al Norte en busca de respuestas y encontró un castillo de hielo. Allí derrotó al rey del frío y obtuvo su corona. Este artefacto podría dar un poder ilimitado sobre el frío. Un demonio podría incluso destruir a los humanos de una sola vez.
Pero no lo hizo. Train estaba seguro de que tal poder no conduciría a nada bueno. Así que destruyó la corona de Hielo, rompiendo la maldición del frío eterno, pero murió él mismo, ya que la magia del artefacto era demasiado fuerte.
 
Los dioses vieron la nobleza del demonio y le dieron una segunda vida. Lo convirtieron en el ciervo Sinum, que a veces se puede ver en los bordes del Norte. Él ayuda a los niños y, a veces, según la vieja memoria, les da pequeños juguetes.